Claude Monet en Giverny

De Estrella Robres

Visitar los jardines de Claude Monet en primavera y verano debe ser precioso con la luz y el estallido de flores. Tuve ocasión de visitarlo en septiembre, a las puertas del otoño. Ya no había nenúfares ni los colores espectaculares de esas estaciones, pero me fascinaron los tonos rosados, anaranjados y amarillos de las dalias, anémonas, caléndulas, capuchinas … y simplemente el hecho de estar en el lugar fuente de inspiración para Monet.

La naturaleza sigue su memoria y cada estación tiene su floración, entre otras flores en abril encontraremos tulipanes, en mayo iris, en junio rosas, en julio lirios, en agosto dalias; los nenúfares florecen entre finales de mayo y principios de septiembre.

Si los jardines atrapan, su casa cautiva, los muebles, los objetos, los cuadros. No sabría muy bien qué habitación me atrajo más, si la cocina, con las cacerolas de cobre colgadas, o el comedor amarillo, con sus lozas, o el salón azul, o el dormitorio del pintor, con sus magníficas vistas hacia el jardín y su colección de obras impresionistas de amigos suyos (Renoir, Manet, Pissarro, Morisot, Cezanne), o su taller…

En todo caso habrá que regresar en primavera o verano.

Los Jardines

La casa

Tumba de Claude Monet en el cementerio de Giverny

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